Estos son los mejores juguetes de los 80 con los que más jugaste en casa
Si echas la vista atrás hasta los años 80, piensas en los juguetes de tu infancia y con los que no te cansaste de jugar en casa, ¿con cuál te quedarías?
En este tipo de cuestiones, es difícil decantarse por uno, muchas fueron las horas en las que te acompañaron de pequeño, buscar un ganador sería injusto.
Por eso, hemos hecho una pequeña selección en la que te inundará la nostalgia más que nunca.
Juegos de los 80: Cubo de Rubik
¿Quién no ha perdido los nervios y la paciencia con este dichoso cubo? Un invento de los años 70 que pasó a convertirse en una obsesión, tanto de grandes como de pequeños en los 80.
Pero esta obsesión aún continúa, a nadie le amarga un buen reto.
Juegos de los 80: Pacman o comecocos
Si desde pequeño los videojuegos estuvieron muy presentes, este lo tienes que conocer de sobra.
En nuestro país lo conocíamos popularmente como "Comecocos", para muchos, el primer contacto con el mundo virtual.
Juegos de los 80:Juegos Reunidos
Este super juego molaba mucho, pues en una sola caja tenías todo el ocio que necesitabas. Además del parchís y la oca contabas con hasta 45 juegos de mesa distintos.
Al margen de las posibles "trampas", la diversión estaba garantizada. Sin duda, un clásico entre los juguetes de los 80 con los que más jugaste en casa.
Juegos de los 80: Barbie o Chabel
Las muñecas no podían faltar en este listado, ¿cuántas horas habrás pasado jugando con ellas?
Tener una (o varias) Barbie era lo más, era la más deseada, sí, pero aunque no fue para tanto, tuvo competencia. ¿Tú de quién eras más de Barbie o de Chabel?
Juegos de los 80: Mazinger Z
Este robot gigante era lo más en los 80, si tuviste uno de pequeño recordarás la famosa frase de "¡Puños fuera!" ¿cuántas veces la gritarías?
Juegos de los 80: Tetris
Un clásico de los 80, ¿verdad? Y uno de los juguetes de los 80 con los que más jugaste en casa.
Si esta década es la tuya lo recordarás fijo, uno de los juegos más populares, divertidos y entretenidos de todos los tiempos. Lo de encajar piezas era un auténtico pique.