Independientemente de los metros cuadrados a compartir en casa, el conflicto en familia irrumpe con relativa facilidad en nuestro día a día.
Hay que ser conscientes de que las limitaciones de espacio, las reducidas opciones de entretenimiento y los posibles enfrentamientos previos a esta situación están modificando, y mucho, la convivencia en familia.
Este virus nos está poniendo en jaque a todos los niveles, nuestra salud está en juego, sí, pero nuestras relaciones personales también.
Y es que hasta en el mejor de los escenarios posibles, una familia bien avenida y sin problemas, el conflicto puede saltar cuando menos te lo esperas.
Nuestra realidad se ha visto interrumpida de forma brusca, y hay que recomponerse para aprender a lidiar con la nueva realidad, salvaguardando las relaciones familiares tan expuestas en este momento.
Para que la armonía siga reinando en tu hogar, todos tienen que poner de su parte, restar en una situación así está contraindicado.
De ahí que más que nunca tengamos que ser consecuentes con nuestros actos y remar en una misma dirección, de nosotros depende.
Si quieres que la convivencia familiar no se resienta durante esta cuarentena obligada, esto es lo que no debes hacer para gestionar un conflicto en casa.
No seas irrespetuoso
Lo más importante en estas situaciones es el respeto, todos sumamos, hay que respetar el espacio vital de cada miembro, así como el tiempo que necesita cada uno para hacer sus tareas.
Intolerancia cero
Hay que ser tolerante, y apostar por la comunicación como elemento que evite las situaciones de conflicto, sobre todo cuando diferentes caracteres conviven 24 horas en dimensiones reducidas.
Olvidarse de las rutinas y la reglas, grave error
Lo de mantener las rutinas y las reglas es muy importante para todos, sobre todo, si en el hogar conviven adolescentes. Los horarios ayudarán, siempre que estos sean flexibles.
Una situación así puede ayudarte a acercarte más a tus hijos adolescentes.
No compartir tiempo y tareas, no ayuda
Es recomendable que se hagan actividades de forma individual, sí, pero también lo es hacerlas en común. Eso ayudará a unirnos más y en presencia de algún conflicto, seremos más empáticos con el otro.
Bronca y enfado, no, reflexión, sí
Gestionar los conflictos desde la bronca y el enfado no nos llevarán a ningún lado, al contrario, el problema no se solucionará y se acrecentará el conflicto.
Apuesta por la reflexión, la paciencia y las ganas de solucionar todo de forma calmada y tranquila, esa es la clave.