Es de vital importancia para los niños el hecho de comer fruta varias veces al día, para lograr todos los nutrientes y vitaminas necesarias para afrontar el día a día con energía.
La hora de la merienda siempre es un buen momento para que nuestros hijos tomen ese aporte de fruta tan necesario, ya que es esencial en la dieta para el correcto crecimiento y desarrollo de los niños, aunque no siempre pueda apetecerles tanto.
Cargado de vitaminas, este producto natural puede convertirse en todo un reclamo si, además de disfrutar de su sabor, también se comparte un rato divertido en la cocina preparando su presentación.
'Pizza' de sandía y melón
Con la llegada del verano y el calor, la sandía y el melón se convierten en una de las dos frutas estrella de la temporada.
Además de saciar el hambre, también calman la sed y nos mantienen hidratados a lo largo de toda la tarde.
- Para sacarle más partido, solo hay que cortarlas en triángulos (como si de porciones de una pizza se tratase) y colocarle encima trozos de otras frutas al gusto.
- Por otro lado, para que sea más fácil (y limpio) comerla, también pueden pincharse palitos de helado en su corteza para convertirlas en polos.
La cara feliz frutera
- Lo habréis visto en múltiples imágenes de películas o de cuentos, la típica cara feliz hecha con fruta nunca falla.
- Para hacer una cara feliz solo es necesario echarle un poco de imaginación y mezclar las frutas de las que dispongamos en nuestra casa.
- Por ejemplo, con un plátano como sonrisa, un arándano como nariz, y dos medias naranjas como ojos, ya tenemos una cara feliz de fruta lista para merendar.
Batidos de frutas
Los batidos son otro de los refrescantes éxitos del verano. Además, admiten casi todas las combinaciones posibles. Para prepararlos, solo se necesita leche, agua, zumo o yogur, y las piezas de fruta elegidas.
Las proporciones de estos ingredientes pueden variar en función del gusto de los comensales. Se pueden preparar combinando una o más frutas, por eso, la recomendación es que si se van a usar tipos más ácidos, como la naranja o el kiwi, estos se mezclen con otros más dulces, como el plátano.
Brochetas de fruta
Otra de las propuestas clásicas son las brochetas de fruta. Para conseguir un buen resultado, solo hay que trocear las frutas favoritas de los más pequeños e introducirlas de manera alterna en una brocheta.
Potito de fruta para los más peques
Si tienes un bebé en pleno crecimiento y todavía no puede tomar fruta sólida por la falta de dientes, la mejor opción son los potitos de frutas naturales.
Tan solo tienes que coger las frutas que quieras añadir al potito (normalmente frutas más bien blandas y suaves), y pasarlas por una batidora hasta triturar toda la fruta muy bien.