jueves. 21.11.2024

El verano ha comenzado oficialmente, y con el cambio de estación llegan los días de playa, piscina, barbacoas y más tiempo al aire libre. Disfrutar del sol y el buen tiempo es, sin duda, una de las mejores partes de la época estival. Sin embargo, si no proteges tu piel del sol, puedes acabar quemándote. Además de las molestias inmediatas que provoca una quemadura solar, la exposición prolongada al sol puede causar daños irreversibles en la piel. Esto incluye el envejecimiento prematuro de la piel y la aparición de manchas oscuras. También aumenta las probabilidades de sufrir cáncer de piel, el tipo de cáncer más común en todo el mundo.

En España, cada año se diagnostican más de 78.000 nuevos casos de cáncer de piel, según los datos de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). Además, los dermatólogos alertan que la incidencia del cáncer de piel ha aumentado un 40% en los últimos cuatro años. Por este motivo, es todavía más importante extremar las precauciones ante la radiación ultravioleta (UV), especialmente este verano que se presenta como uno de los más calurosos de las últimas décadas. Hay muchas cosas que puedes hacer para mantener tu piel sana y protegerla del sol durante los meses veraniegos, para que puedas disfrutar del buen tiempo con tranquilidad.

Aplícate el protector solar correctamente

Incluir un protector solar con un alto índice de protección SPF (Sun Protection Factor) en la rutina diaria de cuidado de la piel es una de las formas más sencillas y eficaces de protegerla en verano, cuando los rayos solares son más intensos y es más probable que pases mucho tiempo al aire libre. Por lo general, se recomienda aplicar el protector solar al menos 30 minutos antes de exponerse al sol y renovar la aplicación a las dos horas. No olvides utilizar una cantidad suficiente de protector solar para cubrir completamente todas las zonas expuestas.

Evita el sol en las horas centrales del día

Intenta mantenerte alejado de los rayos solares en la medida de lo posible, ya que, como hemos comentado anteriormente, una exposición prolongada al sol puede provocar quemaduras solares o incluso cáncer de piel. Incluso si usas un protector solar y permaneces en la sombra, es importante que limites el tiempo que pasas bajo el sol. La mejor manera de hacerlo es evitar estar al aire libre en las horas centrales del día (de 12 a 17 horas), debido a que los rayos del sol son más intensos y directos.

Mantente bien hidratado

Aunque siempre hay que mantenerse bien hidratado, es especialmente importante en los meses de verano, cuando las altas temperaturas y los excesos y desequilibrios en la alimentación pueden inducir problemas de deshidratación y/o pérdida de electrolitos, como señalan desde Apoteca NaturaBebe entre 2-2,5 litros de agua a lo largo del día para mantener tu piel sana y protegida. Y no olvides que tu dieta también puede ayudarte a mantenerte hidratado, gracias a las frutas y verduras frescas de temporada.

Usa ropa adecuada para la temporada veraniega

Hay algunas prendas clave que pueden ayudarte a proteger tu piel del sol durante el verano. El sombrero es una buena forma de protegerse la cara de los rayos del sol, mientras que las gafas de sol protegen los ojos y la piel sensible que los rodea. El tipo de tejido que lleves también puede marcar la diferencia. Mantente fresco y protege tu piel llevando ropa de tejidos transpirables, como el algodón y el lino.

Cómo proteger la piel del sol durante el verano