Cinco sentidos y mil y una formas de excitarte, tus zonas erógenas te esperan para hacer que disfrutes más del sexo. Dedícate tiempo.
Tocar o acariciar esa zona sensible de tu cuerpo que te delata puede desencadenar todo aquello que necesitas para conocerte mucho mejor.
Si quieres aumentar el placer, conócete mejor, deja hablar a tu cuerpo y mímalo, tus zonas erógenas quieren que tú seas la protagonista.
Olvídate de lo preestablecido, cada cuerpo es un mundo, y cada mujer disfruta la sexualidad de una manera diferente. No te rayes, tus zonas más sensibles no tienen por qué ser igual a las del resto. Ahí reside lo especial que eres.
Si quieres rendirte al sentido del tacto y su poder, ve buscando las zonas erógenas donde poder recrearte...
Labios, la tentación
Comienza con tus labios, todo está permitido, acarícialos con tus dedos, mójalos, muérdelos, son extremadamente sensibles...no renuncies a nada, tienen mucho que decir.
Si no estás sola en esto, pide que te susurren al oído mientras te acarician el lóbulo de la oreja, si quieres vivir una situación de no retorno, la lengua puede ayudar. Si hay mordiscos, estás perdida.
Cuello y nuca, el preeliminar
Si quieres subir de nivel, haz parada en tu cuello y tu nuca, dos zonas extremadamente eróticas que te ayudarán a continuar el viaje por tu cuerpo.
No dejes ni un centímetro por acariciar.
Manos y pies, no los infravalores
Las manos y los pies son zonas erógenas altamente sensibles, al igual que las muñecas y los tobillos. Si nunca has pensado en ellas de forma íntima, es el momento de hacerlo, quizás te ayuden.
Los pechos, increíblemente sensibles
Estamos ante una zona altamente erógena, el pecho es increíblemente sensible y no solo hablamos de los pezones, esta sensibilidad está presente en todo él.
Acaricia, pellizca, humedece....las reglas del juego las marcas tú, el placer es cosa tuya y el orgasmo una batalla que puedes ganar fácilmente sin mover tus dedos de allí.
La vulva y la parte interna de los muslos, camino del clímax
Es el momento de recrearse, que el tiempo pare, esta zona erógena merece especial atención. Como ya sabes, en el sexo no todo es penetración.
Las sensibilidad a golpe de caricia despertarán tu vulva y tus labios genitales, recuerda, están en una zona de alto voltaje. Cuidado.
Clítoris, fin del trayecto
8.000 terminaciones nerviosas son las responsables de que esta zona increíblemente erógena tenga el poder de estremecer tu cuerpo con facilidad.
Una buena estimulación, sin prisa, pero sin pausa, te hará llegar donde tú quieras, no renuncies a tus orgasmos.
Ya conoces las zonas erógenas que pueden ayudarte a conocer mejor tu cuerpo, ahora es momento de quererte más y mejor.