Comerse las pieles de las frutas no es algo nuevo, ni tampoco un “avance científico”. Anota todo lo que necesitas saber sobre los beneficios de la piel de la fruta.
La piel que recubre la fruta es importantísima, principalmente por la fibra. La OMS apunta que se debe ingerir una cantidad de entre 30 y 35 gramos al día. La fibra vegetal aporta volumen a la dieta y genera una sensación de saciedad que ayuda al control del peso.
Eso sí, antes de consumir la fruta, la higiene es muy importante. Con especial cuidado con las piezas que brillan mucho, debido al alto contenido en cera. Por eso, muchos recomiendan consumir fruta ecológica.
Pieles de frutas beneficiosas para la salud
Piel de manzana
La cáscara de manzana contiene quercetina, un flavonoide con distintas funciones antidiabéticas y antioxidantes, y fibra, que evita el estreñimiento. La piel también contiene ácido ursólico que es muy positivo para la masa muscular.
La primera opción es comérnosla simplemente con la fruta. Sin embargo, si quieres comerte la manzana sin piel, se puede reaprovechar la cáscara para hacer una infusión perfecta para tomar a temperatura ambiente.
Piel de naranja
Las cáscaras de naranja son fuentes naturales de antioxidantes (principalmente de vitamina C) y fibra. Sin embargo, comer la propia fruta con la piel no es del agrado de mucha gente.
No obstante, puede rallarse la piel para usarla en elaboraciones de repostería. Además de comerla con la propia fruta y también hacer infusiones, puede servirnos para darle sabor a bizcochos y natillas, si trituramos las pieles. Otra opción es preparar tiras de piel de naranja confitadas o usarlas para hacer mermelada.
Piel de plátano
Además de las vitaminas, magnesio y potasio que contienen la piel de los plátanos, otro componente importantísimo, es el triptófano, un antidepresivo natural que mantiene los niveles de seretonina en el cerebro y mejoran el humor de las personas.
El sabor de la piel de plátano no es del gusto de todos, pero tiene distintas utilidades como para hacer un chutney, o para rallarla y añadirla a las elaboraciones de repostería.
Piel de granada
No es habitual comerse la cáscara de la granada, pero tiene un alto contenido de antioxidantes como la fruta. Su consumo principal es a través de infusiones, pero también se puede triturar la cáscara y mezclarla con un yogur, por ejemplo.
Piel de limón
Este cítrico, al igual que la naranja, destaca por su alto contenido de vitamina C. Otros componentes son la vitamina A, encargada en la regeneración de la piel; además de la fibra y el fósforo que ya contienen también las cáscaras de otras frutas.
En infusiones o como condimento en distintas comidas. Para el verano, las ralladuras pueden servir para meterlas en cubiteras con hielo. El toque cítrico es perfecto para esa época del año.