Afrontar tu día a día mientras teletrabajas y ejerces de madre abnegada puntúa doble, el riesgo de morir en el intento durante el desconfinamiento se agudiza.
Según la investigación de las profesoras del Departamento de Sociología y Antropología Social de la Universitat de València (UV) Cristina Belloch y Empar Aguado, y la politóloga jurista Anna Aguado, sobre cómo afecta el confinamiento al teletrabajo y a la conciliación familiar, las mujeres con menores que teletrabajan son las que soportan la mayor parte del estrés.
Y es que si atendemos a los resultados de esta investigación, del seguimiento escolar de los menores se encargan sobre todo las madres, y, en algunos casos, las mujeres están teniendo que facilitar, en esta situación, el teletrabajo a sus parejas.
El confinamiento está siendo implacable, ya no solo cambiando nuestra rutina diaria fuera de casa, si no en la administración de los tiempos dentro de ella.
Las dificultades que encuentran las mujeres que compatibilizan cargas familiares con jornada laboral mediante teletrabajo, han de tenerse en cuenta, muchas de ellas, al cabo del día, sienten que han estado trabajando todo el día.
Estar confinada en casa, mientras tienes que trabajar como mínimo 8 horas al día, ejercer de profesor con explicaciones, correcciones y prestar tu herramienta de trabajo para que tu hijo pueda seguir al día su proceso de aprendizaje (obligatorio para poder aprobar el curso), se convierte en una situación de locos.
Además hay que organizarse bien, solo tienes una hora de paseo para desconectar en la calle y con toque de queda incluido...todo un planazo cuando solo se disponen de 24 horas al día ¿verdad?
De ahí que muchas tengan que posponer las horas de teletrabajo a la madrugada, ya sea retrasando el momento de conciliar el sueño o convirtiéndose en la más madrugadora de la casa.
La presión a la que se enfrentan en el día a día, se traduce en más ansiedad, más estrés y en la idea recurrente de que no se llega a todo, un aspecto muy frustrante cuando no queda otra alternativa para sobrevivir al desconfinamiento en casa.
Sin duda alguna, nada de esto será gratuito, todo pasará factura.
